Volantes bimasa, causas y averías
El volante bimasa (el conocido volante motor bimasa) es una pieza que muchos desconocen y en algunas ocasiones, hace que muchos conductores tengan que hacer un gran desembolso por no conocer ciertos aspectos y características del volante bimasa.
Por ello, desde WorldCars queremos informarte a través de esta guía de volantes bimasa, en la que abordaremos cuestiones como precio de sustitución del volante bimasa, además de ahondar en la sustitución del volante bimasa.
Además, queremos explicarte qué averías pueden sufrir los volantes bimasa y las posibles causas. por muchos y que, en muchas ocasiones, genera un gran agujero en la cartera de muchos conductores. Sustituirlo, en este sentido puede tener un precio medio de 700 euros, e incluso más en función del modelo de coche.
Hemos de contar con que la sustitución supone un gran número de horas de trabajo que hacen que el precio en la factura final se vea incrementado y suponga un gasto excesivo para los conductores. Al final de la guía te damos algunos consejos para cuidar el volante bimasa con los que podrás mantener durante más tiempo su vida útil y que no llegue a tener averías.
Conocemos las causas por las que los volantes bimasa dan quebraderos de cabeza, por lo tanto, esperamos que una vez hayas leído nuestra guía, conozcas todo respecto a estos volantes.
Este dispositivo sufre un constante rozamiento y desgaste, por lo que debe revisarse con frecuencia.
Antes de comenzar: ¿qué es el volante bimasa? Es el elemento pasivo del vehículo el cual permite que el vehículo almacene la energía cinética que se genera por el motor con el fin de conseguir una mayor inercia sobre el movimiento y transmitir esta energía a las ruedas del coche.
Se trata de un disco de hierro fundido que posee un peso y un equilibrado determinado con el objetivo de que el giro del motor sea preciso. Este elemento va integrado en el embrague o en el convertidor de par, en función de si se trata de una caja de cambios manual o bien automática.
Los volantes bimasa se pueden encontrar en prácticamente cualquier coche diésel moderno. También están presentes en mecánicas de gasolina y en aplicaciones de tres cilindros.
¿Qué partes del volante bimasa conforman el elemento?
También es conocido como volante de masa dual por su acepción anglosajona –dual mass flywheel (DMF)–, y se compone de dos volantes de inercia concéntricos: uno que va unido al cigüeñal, y otro que va unido a la caja de cambios.
Entre estas dos masas completamente divididas, un rodamiento de bolas y un muelle helicoidal son los que se encargan y permiten la oscilación de gran ángulo entre ambas partes. La primera de ellas gira de forma complementaria al motor mientras que, la segunda, hace lo propio al unísono de la transmisión. La unión entre ambas piezas queda encomendada a un cojinete (casquillo de fricción).
La incorporación del volante bimasa empezó en los coches cuando comenzaba la década de los noventa, aunque su proliferación en los motores movidos por gasóleo de alta compresión y los más recientes propulsores de tres cilindros han hecho que su uso se vea incrementado.
Su introducción se hizo con el fin de sustituir a los volantes de inercia convencionales que eran los que se usaban hasta ese momento, y eran más ruidosos y bastos respecto a su funcionamiento.
Debido a la no continuidad en el proceso de combustión, los motores de los coches producen vibraciones giratorias en el cigüeñal y en el volante de inercia. En este sentido, el volante bimasa evita que esas vibraciones se transmitan al resto del tren motriz, en donde procura la eliminación de ruidos molestos y traqueteos en la caja de cambios u oscilaciones en la carrocería que acaban por mermar la comodidad de marcha.
En la parte exterior, una corona dentada hace que se conecte con el motor de arranque, por lo que al girar la llave del contacto, el volante bimasa inicia su movimiento.
Problemas del volante bimasa. Averías
Como toda acción tiene su reacción, en este caso no iba a ser para menos. El volante bimasa cumple con la función de mejorar la suavidad de conducción, en cambio ya sabemos que es más delicado.
Las piezas que lo conforman sufren de un desgaste constante por las grandes velocidades de fricción que alcanzan entre ellas, y en consecuencia este desgaste y rozamiento constante, hace que con el paso del tiempo aparezcan algunos problemas; en ocasiones, más temprano que lo que desearíamos si no tenemos un poco de delicadeza a la hora de conducir.
Las vibraciones que se producen en la tosca conducción pueden provocar graves roturas mecánicas en el momento en que ambos volantes chocan entre sí o el volante interior se desprende por un desgaste constante y excesivo de los muelles que lo sostienen. Siendo se esperar, también aparecerán nuevas vibraciones molestas en el coche que no tenía anteriormente.
Un volante bimasa en mal estado genera vibraciones, en especial al iniciar la marcha o al ralentí.
Pero, ¿cómo podemos saber que nuestro volante bimasa está rogando ser cambiado por un nuevo? Es indispensable estar pendiente de ruidos mecánicos, en los que podemos destacar el coche parado en punto muerto y/o al pisar el embrague.
Otra de las pistas a las que debemos estar atentos son las vibraciones sobre el pedal de embrague, la palanca de cambios o el asiento. Y en el momento en que estas vibraciones sean perceptibles al ralentí y desaparecen al iniciar la marcha, es muy mala señal.
Si se te presentan algunos de estos casos, la mejor opción es acudir a tu taller de confianza cuanto antes para que el mecánico pueda evaluar el volante bimasa.
En caso de que los movimientos parásitos sean más acusados, surjan al apagar el motor o las revoluciones caigan por debajo de lo normal, no te pienses que pueden ser otras causas porque es señal que dejará de funcionar y envía rápidamente el coche al taller para que pueda ser revisado.
La mayoría de las piezas que componen nuestro vehículo deben ser cambiadas con el paso del tiempo, pero hay unas que tienen más urgencia que otras. En este sentido, el volante bimasa es de las primeras piezas a las que hay que estar atento.
La sustitución no es barata, oscila entre los 700€ y más de 1.000 € (si incluimos la mano de obra). También te recomendamos que es mejor hacer el cambio de embrague al mismo tiempo. Si hacemos caso omiso a las advertencias que el vehículo nos da, los daños serán mayores y puede afectar a la caja de cambios o incluso al bloque motor.
Hablamos de reparaciones de varios miles de euros, por eso el mejor consejo que te podemos dar es que estés atento y que si observas alguna de las señales que te hemos dicho, lo lleves al taller inmediatamente.
Averías y causas del volante bimasa.
¿Cuáles son los síntomas de fallo del volante motor y por qué es tan caro?
Los síntomas iniciales de un volante motor a punto de averiarse son vibraciones extrañas y un inicio de la marcha a trompicones. En el momento en que soltamos lentamente el embrague notamos en el pedal una vibración y falta de suavidad y que el coche empieza a moverse con suaves tironcitos en lugar de salir de manera homogénea.
Cuando la avería ya es cosa más seria a punto de llegar a catástrofe, incluso se pueden escuchar ruidos extraños que son provocados por las masas del volante motor que se golpean entre sí.
El cambio del volante motor bimasa es una reparación bastante cara por dos motivos:
- Son necesarias muchas horas de mano de obra. Para llegar al volante bimasa se necesita desacoplar la caja de cambios del motor, lo que conlleva al menos unas 4 horas de trabajo.
- El recambio es caro. Existe mucha diferencia de precio entre las marcas, pero el precio promedio de un volante bimasa gira entorno a los 500 euros, a los que tenemos que sumar el precio del disco y maza de embrague, elementos que son precisos cambiar en conjunto, así como el conocido retén del cigüeñal.
¿Cuánto cuesta cambiar el volante bimasa?
Un taller puede cambiar un volante bimasa por un precio que gira entorno a los 700 y los 1.300 euros, dependiendo del modelo de coche.
El volante bimasa de prácticamente todos los coches actuales es un verdader quebradero de cabeza para los conductores respecto a su elevado desembolso. Su sustitución necesita de un gran número de horas de mano de obra a lo que debemos sumar con que el recambio es caro en sí. Como hemos comentado el promedio de la intervención no baja de los 700€, pudiendo ser mucho más caro.
Los volantes bimasa están formados realmente por dos volantes de inercia, concéntricos. El interior gira casi solidario al exterior y es arrastrado por unos elementos elásticos que absorven las vibraciones del funcionamiento del motor. Lo que puede suceder es que esos elementos elásticos cedan con el paso del tiempo.
El paso del tiempo envejece esos elementos elásticos y provocan dos efectos:
- Cambian la frecuencia natural de resonancia del sistema, por lo que aparecen vibraciones que no deberían.
- Y al estirarse, pueden provocar roturas graves, como consecuencia de que ambos volantes llegan a golpearse o incluso como consecuencia de que los muelles se pueden llegar a romper y el volante interior se desprende. Al girar a grandes velocidades, el desprendimiento desencadena una avería grave. Para entendernos mejor es como si golpeáramos la caja de cambio del motor y se fracturara.
¿Cómo alargar la vida del volante bimasa?
Con el fin de alargar la vida útil del volante bimasa, de la misma manera que en el caso del embrague, te damos unos consejos y recomendaciones:
- Arranca con el embrague pisado. En los coches modernos ya es algo imprescindible para encender el motor, pero en otros no. Por eso, trata de elevar el pie suavemente y cambia de marcha lentamente.
- Cambia de marchas a tiempo: no revoluciones de más ni de menos. Al pisar a fondo el acelerador con el fin de recuperar velocidad en el momento en que las revoluciones han bajado en exceso sólo te servirá para que el embrague y todos los elementos circundantes se vayan al traste.
Otro aspecto que repercute en el desgaste continuo del volante bimasa es la batería. Una batería descargada o estropeada hace que el motor gire más lento y, por consecuencia, no podrá generar la suficiente energía y tendrá que aumentar la holgura de la pieza tratada.
Las reprogramaciones también hacen que el desgaste se acelere, aunque no sea una catástrofe, va mermando la vida útil del volante bimasa. Cuando se incrementa la potencia y el par, el motor trabajará más rápido y con más vibraciones sin que el resto de componentes se hayan acoplado adecuadamente a ese funcionamiento.
El traqueteo que caracteriza a un bimasa que está en mal estado se debe a que sus dos masas no giran de forma acompasada y se golpean. Esto puede generar averías más graves.
¿Por qué tenemos que cambiar el volante bimasa?
Sí, en ocasiones los conductores tendemos a notar algo raro, pero dejarlo pasar para ahorrarnos algo de dinero. Pero de un problema que se puede solucionar siendo no muy caro, podemos pasar a tener un grave problema que supone un gran desembolso de dinero.
Las consecuencias de seguir usando el coche si el volante bimasa falla puede llevarte a la ruina. Si llegan a desprenderse las piezas del volante, seguramente se rompa la carcasa de la caja de cambios e incluso el bloque motor. Hablamos de reparaciones que suponen un elevado coste de más de 3.000 euros.
En ocasiones, algunos mecánicos pueden comentarte como alternativa, para ahorrarte algo de dinero. Esta alternativa es sustituir el volante bimasa original por uno monomasa. Siendo cierto que los monomasa son más fiables porque no tienen piezas, solo son un tocho de metal torneado.
No obstante, los motores modernos se fabrican para funcionar con un volante bimasa que equilibra su funcionamiento. Sustituir un volante bimasa por uno monomasa en un coche que fue diseñado para equipar un bimasa suele acabar con averías graves, roturas de cigüeñal, desgaste prematuro de los casquillos de bancada, etc.
Desde WorldCars te aconsejamos que, en caso de detectar que el volante motor bimasa debe ser cambiado, lo cambies.
Siempre por uno que tenga las mismas características al original y, que siempre es imprescindible con esta intervención cambiar el retén del cigüeñal aunque no tenga pérdidas de aceite. Es recomendable porque es una pieza barata (unos 20 o 30 euros como mucho) y el día que falle, se tiene que desmontar la caja de cambios de nuevo.
El exceso de vibraciones que genera un bimasa averiado tiene negativas consecuencia en el motor del coche y en la caja de cambios.
Consejos para cuidar el volante bimasa
Si sospechas que el volante está algo desgastado o eres cuidadoso y quieres que dure mucho, puedes adoptar ciertos hábitos que evitarán la avería en el volante bimasa antes de tiempo:
- No aceleres al máximo cuando estás a bajas revoluciones
Tienes que tener en cuenta que cuando más trabaja el volante bimasa es con pocas revoluciones, pero mucho par. ¿Qué quiere decir esto? Pues que en el momento en que aceleramos mucho y de golpe a bajas vueltas, el volante bimasa trabaja a mayor velocidad, pudiendo derivar en futuras averías. Esto es lo que ocurre en el momento en que subimos una cuesta a marchas largas o cuando aceleramos al máximo para ganar velocidad sin cambiar de marcha.
- Las reprogramaciones pueden acelerar su desgaste
Si reprogramamos la centralita de un coche para ganar potencia y par, lo que estamos haciendo es trabajar con más fuerza al motor sin que el resto de los componentes se adapten.
- No sueltes el embrague de golpe
Aunque es algo obvio, ya que con esto sufre el volante bimasa, el embrague, el motor y otras piezas. Ten en cuenta que soltar el embrague bruscamente es otra de las causas de un deterioro temprano del volante. Suelta el embrague con suavidad y en el momento adecuado. Tampoco lo sueltes tarde, cuando ya han bajado las vueltas del motor demasiado, ya que harás trabajar al embrague para recuperarlas.
- Cuida la batería del vehículo
La batería del vehículo puede estar descargada, ser defectuosa o tener una potencia inferior a la que necesita. En este sentido, esto hace que haya un giro de motor lento y sin suficiente energía, por lo que se incrementa la holgura del volante bimasa. Esto mismo ocurre cuando las baterías del coche son demasiado baratas, ya que tienen el mismo amperaje que las buenas, pero no tienen tanta potencia de arranque.
El volante bimasa también se daña dañado por un calentón excesivo del o porque hemos apurado en exceso el disco del embrague, hasta tal punto en que los remaches del forro rozan con el bimasa o de tanto patinar abrasen la superficie.
Por todo esto, como último consejo desde WorldCars es: si notas algo raro en el embrague, haz la revisión. Un buen diagnóstico a tiempo puede ahorrarte la sustitución del bimasa, ya que si, por ejemplo, se daña el bimasa por el hecho de no cambiar el disco del embrague a tiempo.
Esperamos haberte ayudado con los volantes bimasa. Estos presentan ciertas averías que pueden prevenirse tomando unos hábitos en la conducción, pero cuando llega el momento de sustituirlo, ya es demasiado tarde. Ten en cuenta los aspectos que debes revisar para que el volante bimasa no llegue a averiarse. Desde WorldCars queremos que estés al tanto de todo lo que debes saber de los volantes bimasa.